Ronda de negociaciones del Tratado Vinculante de NNUU sobre Empresas y Derechos Humanos
Que la actividad de las empresas transnacionales europeas e internacionales está relacionada con la violación de los derechos humanos y la destrucción del medio ambiente, no es nuevo. Sin embargo, la tendencia creciente de la deforestación, la explotación de la tierra y mal uso del suelo, los ataques a personas defensoras de los derechos humanos y el medio ambiente, o la ausencia de acceso a la justicia de las comunidades afectadas por dichas acciones, entre otros, son indicadores de que las directrices voluntarias y las resoluciones de autorregulación no son mecanismos suficientemente exigentes y efectivos, pues las empresas continúan negando la responsabilidad del impacto de su actividad.
Ante esta situación, en 2014 el Consejo de Derechos Humanos de la ONU creó un grupo de trabajo intergubernamental sobre empresas y derechos humanos, cuyo mandato es elaborar un instrumento internacional jurídicamente vinculante que regule dicha actividad, asegurando el respeto de los derechos humanos, y controlando el impacto en el medio ambiente. En 2018 se publicó un primer borrador del Tratado Vinculante sobre empresas y derechos. Desde entonces, se vienen celebrando sesiones anuales donde se debate y revisa el contenido del documento.
Así, en agosto de 2021 se publicó el Tercer Borrador del Tratado Vinculante de la ONU sobre Empresas y Derechos Humanos y esta semana (25 – 29 de octubre) tendrá lugar en Ginebra la 7º ronda de revisión y negociaciones. Desde Alboan venimos haciendo seguimiento de este proceso a través del grupo de Trabajo sobre Regulaciones Corporativas e Industrias Extractivas de CIDSE. Como parte de la estrategia de seguimiento e incidencia política, presentamos el estudio realizado por el profesor Markus Krajweski mediante el cual analiza las disposiciones sobre responsabilidad de las empresas, jurisdicción aplicable, derechos ambientales y protección de defensores de derechos humanos, entre otros. Además, ante las sesiones de revisión que tendrán lugar esta semana, publicamos nuestro propio posicionamiento.
Cómo nos posicionamos ante las negociaciones
Creemos que es un momento clave en este proceso. Es el momento de poner en valor la importancia de coordinar esfuerzos a nivel global, para proteger los derechos humanos de los impactados por las actividades comerciales, y asegurar el acceso a la justicia a las personas y comunidades afectadas. En este sentido, se deben fortalecer las disposiciones que permitan a los titulares de derechos acceder a la reparación y a la justicia, y proteger a las comunidades indígenas, a las personas defensoras de derechos humanos y del medio ambiente, pues se ven especialmente afectados por esta realidad.
En este sentido, el tercer borrador revisado aclara algunos de estos puntos, pero sigue siendo demasiado vago y poco claro en otros. A pesar de sus debilidades, creemos que el documento constituye una base sólida para las negociaciones de los Estados.
Sin embargo, una vez más, la voz de la Unión Europea estará ausente de las negociaciones. Durante los últimos años, la delegación de la UE solo entregó declaraciones generales, sin contribuciones sustanciales al proceso. Las razones aducidas llevan años siendo las mismas: el proceso en curso para la adopción de una ley europea sobre Diligencia Debida, y la falta de mandato del Consejo que permita la participación de la Comisión Europea. No es tiempo de excusas. La Comisión Europea y los Estados miembros deben asumir seriamente su responsabilidad de proteger y cumplir los derechos humanos y participar en las negociaciones.
Como parte del grupo de trabajo sobre Regulaciones Corporativas e Industrias Extractivas de CIDSE, en Alboan esperamos que el análisis legal y posicionamiento presentados, lleguen a los Estados parte y contribuyan a las negociaciones, pues tienen como objetivo mejorar el texto para fortalecer la protección de los derechos humanos y el medio ambiente, y detener la impunidad empresarial.
Crédito de la foto: Ricardo Sturck