Hoy tenemos el placer de presentar la investigación Mujeres y Minería Artesanal realizada por nuestras aliadas congoleñas de Synergie des Femmes pour les Victimes des Violences Sexuelles (SFVS). Es un encargo de ALBOAN para la Campaña Tecnología Libre de Conflicto y ha sido posible gracias a la financiación del Gobierno Vasco y la Diputación Foral de Guipúzcoa.
Comenzamos a trabajar con SFVS hace ahora casi cuatro años, en el marco de la Campaña para denunciar el contexto en el que se produce la violencia sexual en el este de la República Democrática del Congo (RDC) y, sobre todo, tratar de atajar sus causas. Los determinantes de la violencia sexual en la región son múltiples y complejos, como lo es la realidad de los conflictos recientes que han asolado el país. Sin embargo, el trabajo de las organizaciones congoleñas para cambiar la situación topa con un elemento de fondo que, si bien no está en el origen del problema, dificulta su solución. Es la presencia de enormes reservas de minerales escasos, como el coltán, el wolframio, el estaño, el oro y el cobalto entre otros.
Lo que debería ser una oportunidad para mejorar las condiciones de vida de la gente corre el riesgo de convertirse en el combustible que perpetúa la violencia y la corrupción de unas élites políticas que solo piensan en su propio enriquecimiento. Durante años las empresas transnacionales, en su incesante búsqueda de materias primas baratas, han incentivado esas corruptelas o bien han mirado para otro lado. Es cierto que las presiones internacionales, los movimientos sociales locales y las nuevas legislaciones comerciales que promueven el suministro responsable de minerales han permitido avanzar tímidamente en la desmilitarización y la certificación de las minas artesanales que existen en el este del país. Sin embargo, los desafíos son todavía enormes, como se pudo ver en un especial del programa de televisión Salvados, emitido el año pasado por estas fechas.
La investigación Mujeres y Minería artesanal ofrece un diagnóstico más detallado de la situación. Para nuestras compañeras congoleñas, los avances en la gobernanza del sector minero artesanal en el este de la RDC son insuficientes. Sigue existiendo falta de transparencia y los ingentes beneficios que producen las minas apenas llegan a la población local. Los costes de la minería, por el contrario, recaen literalmente sobre sus espaldas. Los hombres les impiden trabajar en las minas, donde los salarios son más altos, alegando que lo prohíben las normativas internacionales, cuando no es así.
Sin embargo, no les ponen trabas a la hora de realizar los trabajos más duros y meticulosos como porteadoras o en el procesado de los minerales y su lavado. Tareas que, además de su dureza física, entrañan serios riesgos para la salud. Si a todo eso le añadimos el agravamiento de otros males relacionados con la fiebre minera como el crecimiento desmesurado de la población, el colapso de los escasos servicios públicos o el aumento de la prostitución, es fácil entender su malestar.
Por estos motivos, entre las recomendaciones a las autoridades locales que incluyen en la investigación, las colegas de SFVS demandan la elaboración de un Plan de Desarrollo Rural que sirva para mejorar la transparencia, los servicios públicos y, en definitiva, la gobernabilidad del sector minero. Exigen, además, que la voz de las mujeres sea tenida en cuenta en todas las fases del proyecto, desde el diseño hasta su implementación y seguimiento. Esta es, aseguran, la única manera de combatir las desigualdades de género existentes en las comunidades del territorio y de garantizar que, en ese proceso, sus derechos van a ser respetados.
Descarga ahora mismo el pdf con la investigación «Mujeres y Minería Artesanal»