Llegan malas noticias desde EEUU. El infame presidente electo, Donald Trump ha empezado a desmantelar la ley Dodd-Frank (mirar sección «Regular comercio de minerales en conlficto»). La semana pasada ha dado la orden de suspender la sec. 1502 que afecta al comercio de minerales en conflicto procedentes de los Grandes Lagos, en Congo. Eso significa que las empresas se podrán abastecer allí sin declarar el origen.
Como también ha eliminado la sección 1504, que afecta a la transparencia de los pagos recibidos/entregados a Gobiernos, esas mismas empresas podrán hacer sus corruptelas en la más absoluta oscuridad.
Mientras tanto, la gente que defienda el medioambiente seguirá viviendo con una diana en la espalda, y trazar el vínculo entre quien aprieta el gatillo y el que paga los sicarios será más difícil que nunca.
¿Cómo afecta esto a nuestra incidencia? En principio la ley europea se aprobará en marzo, y su contenido ya está fijado. No obstante, deslegitima nuestro discurso, porque estamos pidiendo que las “empresas europeas adopten voluntariamente los cinco pasos de la diligencia debida, como hacen las americanas”. Pase lo que pase, nuestro discurso creo que tiene que ser el mismo: “Aunque se tumbe la legislación estadounidense, aunque la europea deje fuera a los importadores de tecnología, estas empresas tienen la obligación moral de hacer ese ejercicio de transparencia y de apostar por el suministro responsable de minerales”.
Leer todo el artículo de Guillermo Otano, responsable de incidencia de la campaña Tecnología Libre de conflicto: Barra libre para las industrias extractivas >
Campaña Tecnología Libre de Conflicto
Fundación ALBOAN